El empresario y mecenas Cipriano Gutiérrez Tapia -en 1939-
En 1939 el empresario y buen vecino turiasonense Cipriano Gutiérrez Tapia supo de la extrema necesidad en la que se encontraban los Claustros de la Catedral, invadidos desde años por iniciativas que hoy juzgaríamos absolutamente improcedentes.
Incluso habría gente alojada en las naves en míseras y pobres estancias compartiendo el lugar con las capillas y los viejos enterramientos olvidados, arruinados, y por supuesto todo ello, acuciado por el gravísimo peligro de alcanzar una situación irreversible.
Por ello, Gutiérrez ofreció al Cabildo la financiación necesaria, para una intervención de los mismos, y gracias a esta, se eliminaron de las galerías todas las construcciones añadidas; se impedirían toda suerte o clase de inhumaciones; y se recuperarían las artísticas celosías mudéjares en sus partes más dañadas.
En su ejecución se repuso asimismo un nuevo solado.
Indudablemente, la obra llevada a cabo en defensa de este patrimonio mereció el amplio reconocimiento de todos.
Por otra parte, su empresa propició asimismo el proyecto de las nuevas y amplias instalaciones deportivas de San Juan -campo de futbol, pistas de tenis y patinaje, frontón, etc. que colmaron los deseos de la juventud y los aficionados durante varios años.
Por fortuna, públicamente se agradeció su decisión de actuar en los Claustros de la Catedral, y por ello, en 1941, ingresó en la Orden Civil de Alfonso X (al par lo hizo igualmente Sanz Artibucilla) y el Concejo le nombró Hijo adoptivo de la Ciudad colocando una placa, en su recuerdo y gratitud en los citados Claustros, que ignoro si todavía se conserva.
En marzo de 1960 falleció Cipriano Gutiérrez Tapia. (d. e. p.).
José Luis Moreno Lapeña 