AGOSTO 2023

Hugo de Santalla, el traductor -hacia 1130-


De la indudable preparación del prelado Miguel y de su notoria inquietud cultural “insaciabilis filosophandi aviditas” recordamos cuán pronto, por su iniciativa, se organizó “una escuela catedralicia” para enseñar las artes literarias que, con el tiempo, se convirtió en una auténtica escuela pública, que desde entonces, en el marco de la Catedral, habría de dirigir un capitular maestrescuela.
Y también se preocupó el obispo, de establecer en Taraçona un lugar idóneo para el intercambio cultural de cristianos, musulmanes y judíos, contando con la colaboración de los trujamanes o traductores. Es decir, establecer un centro de traducciones, procurándole medios y recursos para la traducción y adaptación de textos de la cultura musulmana y hebrea al latín, demandados por el mundo cristiano.
Así se documenta, entre otros traductores, a Hugo de Santalla, al cual asimismo se le cita como Hugo Sanctallensis, que hasta el 1145, trabajó en el mismo, por encargo del obispo Miguel, en obras de astronomía, alquimia, astrología, y geomancia, de interés muy reconocido para el mundo científico de aquellos años.
Se considera a Hugo de Santalla como el primer traductor al latín de uno de los textos esotéricos más antiguos de la historia humana, es decir, la Tabula Smeragdina o Lawh Zabaryad.
Del mismo traductor (según Sánchez Dragó) se conserva en la Biblioteca Nacional de París la traducción hecha en Taraçona de un texto manuscrito intitulado “Hermetis Trismegisti Liber de secretis naturae et ocultis rerum causis ab Apollonio translatu”.

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